Papá, papá, ¿por qué somos del Madrid?


No sé por qué malgasto cuatro horas de mi vida cada fin de semana siguiendo las idas y venidas de los equipos que dicen jugar en representación del Real Madrid. No sé si lo que veo son impostores que maltratan cada pocos días la historia de mi equipo o si se trata de una pesadilla.

De nuevo escribo en caliente, con el clásico recién terminado. No sé por qué le siguen llamando clásico. Estoy seguro de que el Barcelona no encuentra grandes diferencias entre jugar con el Hércules o hacerlo contra el Madrid. Bueno, sí, una. Que el Hércules le puede ganar.

Yo siempre he creído que entre Boston Celtics y Real Madrid existían muchas similitudes. Son franquicias ganadoras, con mucha historia y con un escudo que pesa. Eso pensaba hasta que vi a 11 jugadores de blanco persiguiendo un balón sin pudor alguno como si fueran Paco y Luis, unos benjamines del barrio intentando recuperar la pelota de mano de unos matones que se la han arrebatado.

Tal vez algunos puedan encontrar parecidos en los puros que fumaban Don Santiago Bernabeu y Red Auerbach. Tal vez algunos crean que el Bill Russell del fútbol durante los 50 y 60 fue Don Alfredo Di Stefano. Tal vez algunos piensen que la Quinta del Buitre es lo más parecido a los Celtics en los 80. Pero no me cabe la menor duda de que ningún miembro de la actual plantilla está a la altura de la camiseta como lo pueden estar los Rondo, Pierce, Allen y Garnett en el caso de Boston.

Los miembros del Big Three de Boston pueden ser acusados de marrulleros, ancianos, bocazas, pero nunca se dudará de su dignidad profesional ni de su orgullo. El pasado junio cayeron, sí, pero lo hicieron con dignidad, mermados por las lesiones y luchando hasta el último segundo. Entonces lloré. Esta noche, en cambio, sólo salieron de mi boca exabruptos y blasfemias ante once jugadores que ganan un dineral y que cuando hacen un partido bien de cada cien reclaman un aumento salarial.

Ramos, Marcelo o Cristiano jamás entenderían la renuncia a cobrar más dinero de Pierce o Allen por defender unos colores y una forma de vivir.

Por no hablar de los Sergio Rodríguez, Velickovic o Tomic. ¿De verdad conoce alguien la responsabilidad que supone portar en el pecho el escudo del Madrid? Os aseguro que Paul Pierce sí que sabe bien lo que es jugar en los Celtics. Y nació siguiendo a los Lakers. Pero esto se aprende o no se aprende.

Y acabo dando la enhorabuena al F.C.Barcelona por ser el heredero del Show Time de Magic, Scott, Worthy y compañía. Y prometo no volver a hablar de fútbol en este modesto blog. Bueno, en realidad no era mi intención hablar de fútbol. Quería hablar de cojones.Quería hablar de los Celtics.

UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

7 comentarios:

José Luis Jiménez dijo...

Buen comentario y bien aprovechado el momento para meter la casta de los Celtics.
La mejor frase: "benjamines del barrio intentando recuperar la pelota de mano de unos matones que se la han arrebatado".
Aún siendo del Madrid no puedo decir otra cosa que me ha dado vergüenza ajena.

Fervivaelbasket dijo...

Posiblemente tengas razón... Pero posiblemente la culpa de que el espíritu del Real Madrid sea una sombra de lo que fue en el pasado sea precisamente el recurrir a don dinero como solución, y este don dinero se llama Florentino Pérez. El uso del dinero sin cabeza, y olvidando la entidad del club más grande del mundo. Creo que Cristiano es un gran jugador, y Mouriño un gran entrenador, pero no son el Madríd, No son entrega,coraje,valor,luchar hasta quedarse sin aliento...Ojalá consigamos ganar algo, no digo yo que no,pero casi prefiero empezar de 0 y reconstruir un Madrid desde la base,aunque esto pueda significar no poder luchar por los títulos en unos años, con gente como RAUL GONZALEZ BLANCO, al que si algo no se le puede reprochar es que sienta los colores..."Por favor, que alguien desinfecte a mi Madrid"

JJ Nieto dijo...

Gracias José por tu comentario.

En cuanto a tu comentario, Fer, decir que no puedo estar más de acuerdo. Hay que asimilar un período sin títulos pero con vistas a rehacer el modelo. Debemos plantearnos cómo queremos jugar, qué tipo de jugadores queremos que salgan de la cantera y traer sólo y únicamente a dos o tres extranjeros que sean los mejores en su posición (véase Alves y Messi). Entonces estaremos en disposición de luchar, porque también hay que reconocer que nos las estamos viendo con el, posiblemente, mejor equipo de todos los tiempos. Al pan pan...

Anónimo dijo...

Muy buen comentario Juanjo. Escribes bien para mi gusto, pero en caliente aún mejor. Que sepas que pese a estar por el norte (soy Dani Legend) de vez en cuando me paso por tu blog.

Bueno, quería hacerte una pregunta, sabiendo que tú sigues la NBA de cerca y yo últimamente no (ni de cerca ni de lejos), quitando algunas estadísticas y resúmenes varios: San Antonio, ¿qué? (pregunta amplia donde las haya, ahora acoto un poco). ¿Es fruto de un calendario fácil? ¿De un momento extraordinario de alguno de sus jugadores? (y que por tanto no podrá mantener a lo largo de la temporada) ¿De suerte en momentos puntuales? O realmente es un equipo veterano, con casta y por fin con un banquillo (9 – 10 jugadores) que puede aportar puntos, defensa e intensidad. Y si es así, ¿crees que pueden ponerles las cosas difíciles a los Lakers? ¿Son una amenaza real?

Bueno, ahí te dejo trabajo, jajajaja

¡Y dirígeme bien a estos Legends!

Explorador dijo...

Bueno, estas cosas a veces pasan, y creo que esta vez nadie sabemos muy bien lo que ha pasado...no me parece que fuera falta de actitud. Sí que puede ser que haya algún tipo de barrera psicológica que les maniata al jugar contra el barça, no sé.

De todas formas, tanto en fúmbol como en basket, un eslavo o latinoamericano no tiene porque ser un gran conocedor de la historia del Madrid, la principio. Esa culpa la atribuiría a los directivos y técnicos. Si no puedes combinar ambas, tienes que elegi entre merecenarios de lujo y mucho talento, o jugadores de la casa que compensen sus carencias con la memoria de lo que representan.

Pero no sé, tampoco es para darles por muertos, en ambos deportes son dos señores equipos, que con tiempo y paciencia lograrán cosas. Y si no, pues...será muy difícil.

Saludos :)

Tòfol Ferriol dijo...

Bueno, yo discrepo con el exo de que no fue por falta de actitud, yo creo que queda muy bonito besar el escudo delante de 80.000 personas, i no dudo de la profesionalidad de Cristiano, ojo, que para mi este si que se deja todo en cada partido, aun que no se el espejo en el que dejaria que mis hijos se fijaran. Traduciendo como bien hace Juanjo, este aspecto a un equipo de Baloncesto, yo haria el simil con en Caja Labral, un equipo (que pese a perder ayer) ha ido canviando a sus jugadores estrella, año tras año para seguir fichando con un criterio excelente a otro jugador que ha vuelto a dar el todo por el todo, i a esa filosofia de juego me refiero, todos tienen claro la filosofia del Caja Laboral, todos curran, todos corren, todos dan siempre el 100%, i todos i cada uno de ellos, se quedan enamorados de ese club, i eso que Ivanovic no es persona fàcil, pero su filosofia de trabajo i sacrificio conjuga perfectamente con la de los vitorianos, i eso, al final, la plabra que lo describe en la pista, es la actitud, que es lo que le viene faltando al Madrid en los ultimos años, tanto en basket como en futbol.
ale,
un abrazo desde Mallorca.

JJ Nieto dijo...

Dani, me alegra saber que sigues el blog desde Donosti. Yo soy un enamorado de los Spurs en cuanto equipo que juega al baloncesto defendiendo y compartiendo el balón en ataque. De momento tienen el mejor récord de la liga lo que sorprende más si cabe dado que la tendencia de los Spurs campeones en las temporadas de los cuatro anillos empezaron muy despacio para alcanzar su mejor nivel en marzo.

Bueno miguel, tal vez no sea actitud lo que faltó pero si adelantas las líneas tienes que ser más agresivo sobre el balón. De todos modos nos encontraremos más adelante y supongo que las distancias se habrán acortado.

En cuanto a ti, Don Tofol (jeje) estoy básicamente de acuerdo. A lo mejor es más bien un problema de filosofía, de falta de hábito. Cuando antepones los resultados al cómo alcanzarlos corres el riesgo de que no sepes llegar al final del camino por no saber cómo llegar hasta él.

Un abrazo a todos y gracias.

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