La luz al final del tunel




Mientras una NBA "cerrada por avaricia" se despedía de "El Último Emperador", un Yao Ming que ha perdido la batalla contra las lesiones, la ACB ha firmado un contrato de patrocinio con Endesa, una empresa de electricidad y gas que desde octubre de 2007 forma parte del grupo italiano Enel.

Si en el caso del pívot chino no es pertinente echar mano de ese tópico tan manido de "torres más altas han caído", en el caso de la primera división de nuestro baloncesto hay que claudicar y aceptar los nuevos tiempos que nos ha tocado vivir. Si la otrora liga de las estrellas tiene nombre de banco y si el estadio de un histórico del fútbol inglés como el Arsenal se llama Emirates por qué no admitir que la principal competición de nuestro baloncesto lleve como nombre o apellido (en función de si será Liga Endesa ACB o ACB Endesa) el apelativo de una empresa en origen pública que surgió en 1944 cuando Franco pensaba que mejor solos que mal acompañados. Y antes de que alguien pueda hacer sangre, admito que he omitido por el dolor que me causa, el que delante de "Garden" haya que decir "TD Banknorth". Creo que fue este nombre el que acabó por matar a Auerbach.

La liga recibirá como beneficio treinta millones de euros y, aunque me temo que la opacidad con la que llevan a cabo su gestión los mandamases de la ACB nos impedirá conocer de primera mano en qué se invierte este puñado de dólares, sería conveniente que, como hace todo hijo de vecino, se cubran agujeros y que todas las nóminas puedan ser cobradas. Hay que evitar que los concursos de acreedores o las suspensiones de pago sean los mejores flotadores para sobrevivir con dinero ficticio y en la más peligrosa virtualidad.

Consultando foros de entendidos muchos entienden que esta medida es sólo el chocolate del loro, una maniobra financiera respetable, pero tan sólo una medida coyuntural que no solucionará en modo alguno la situación estructural de una liga que está perdiendo estatus, interés y viabilidad. De nuevo os cito a que entre todos propongamos medidas de urgencia o a más largo plazo para que la ACB recupere el lugar que un día ocupó en las parrillas televisivas, en la venta de revistas y, sobre todo, en los corazones de los aficionados al deporte en general y al baloncesto en particular. Podemos tolerar que cambie de nombre, pero no podemos permitir que sieguen de raíz su esencia.

Os dejo con las jugadas más espectaculares de un jugador con mano de seda, visión de astrólogo y tobillos de cristal. Una torre hecha de diamante que, por desgracia, nunca se pudo pulir. Y en cuanto a Endesa hágase, pues, la luz. 



UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

3 comentarios:

LaFura37 dijo...

El romanticismo y la mítica están muy bien. Pero esto es lo que hay.
¿Qué jode?, pues si, un montón.
Pero como le hacia gritar Cuba Gooding Junior a Tom Cruise en Jerry Maguire, todo se reduce a un simple “¡Enseñame la pasta!”…, por desgracia

Juanpe Núñez dijo...

En el mundo que vivimos efectivamente solo vale la pasta y solamente eso

JJ Nieto dijo...

Yo es que soy un romántico amigos. Del Garden por cuya trasera pasaba la vía del tren y del Frontón Fiesta Alegre donde Pedro Ferrándiz se convirtió en una leyenda. Pero sí, acepto los nuevos tiempos. Me temo que no nos queda otra.

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