Clase del 2010




El próximo viernes 13 de agosto en Springfield, Massachusetts, tendrá lugar una nueva graduación en el Basketball Hall of Fame. Cinco jugadores, dos equipos nacionales históricos, una jugadora, un entrenador y un propietario pasarán a formar parte del mayor museo sobre baloncesto profesional existente en este planeta.

¿Quiénes son?

Karl Malone. Con el Cartero sobran las presentaciones. Dos oros olímpicos, dos MVP de la temporada (97 y 99), nueve veces en el mejor quinteto defensivo, 11 temporadas consecutivas en el mejor quinteto de la liga (89-99), 14 veces All Star y segundo, por detrás de Kareem Abdul Jabbar y por delante de Jordan, en la lista de máximos anotadores de la historia de la liga. A Malone se le recordará siempre por ser un ejemplo de resistencia y por no haber ganado nunca un anillo.

Scottie Pippen. Por este fino jugador de Central Arkansas nadie daba un duro cuando ingresó en la Universidad. Pippen tardó en madurar físicamente y pronto sus cualidades físicas, su defensa e inteligencia le catapultaron al número 5 del draft. Los Sonics, traspasaron sus derechos a los Bulls por los de Polynice y una elección del draft. Fue entonces, cuando en la compañía de Jordan comenzó a crecer como jugador. Conquistó seis anillos (91-93, 96-98) y dos oros olímpicos además de varios logros individuales. Nunca pudo ganar un anillo lejos de la sombra del 23.

Dennis Johnson. Por desgracia esta graduación se produce a título póstumo. El mítico base de las eternas ojeras nos dejaba el pasado 22 de febrero de 2007 después de haber sido parte fundamental en tres equipos victoriosos: los Supersonics de 1979 (siendo MVP de las finales) y los Celtics del 84 y del 86. Larry Bird siempre dijo de él que fue el mejor jugador con el que había jugado y Magic Johnson reconoció que nadie le había defendido tan bien como DJ.

Gus Johnson. Tampoco él podrá disfrutar en persona de los honores. Con apenas 1,98 fue uno de los primeros jugadores en empezar a volar por encima del aro y dominar el arte de los mates. Jugó en 5 All Stars y fue pieza fundamental de los Baltimore Bullets. Promedió 17 puntos y más de 12 rebotes en su carrera. No es que tenga nada en contra de Gus Johnson, pero creo que la entrada en este templo debería ser más exigente.

Maciel Pereira. Leyenda del baloncesto brasileño en los años 60. El Hall of Fame suele hacer un guiño al baloncesto no americano concediendo la entrada a jugadores y entrenadores de otros lugares del mundo. Sin ir más lejos, en 2007 se graduó Pedro Ferrándiz.

Equipo Nacional de Estados Unidos de 1960. Conquistó en los Juegos Olímpicos de Roma sin ceder ni un solo partido venciendo por un promedio de 42,4 puntos.

Equipo Nacional de Estados Unidos de 1992. El único y verdadero Dream Team. 10 de sus jugadores han entrado en el Hall of Fame de manera individual. Sólo restan por hacerlo Chris Mullin (que tal vez lo acabe haciendo) y Christian Laettner (que nunca lo hará). Entrenados por el recientemente fallecido Chuck Daly vencieron sus 8 partidos por una media de 43,8 puntos.

Cynthia Cooper. Sin duda, toda una leyenda del baloncesto femenino. Venció en dos Torneos de la NCAA, en los Juegos Olímpicos de Seúl y conquistó 4 anillos de la WNBA con las Houston Comets siendo la mejor jugadora de las finales en cada una de ellos.

Bob Hurley. 900 victorias, 25 campeonatos estatales y 3 nacionales con el St. Anthony´s High School. Miembro del Salón de la Fama de los Deportes de Nueva Jersey, Bob Hurley forma parte de un grupo restringido de personas que entran en el Salón de la Fama del Baloncesto por su trabajo exclusivo en instituto.

Jerry Bush. Propietario de los Lakers y suegro de Phil Jackson. Durante su mandado ha cosechado 10 títulos de la NBA (cinco con Magic y cinco con Bryant). Toda una institución.

UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

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