Sábado de pasión



Podría parecer que me estoy equivocando de fechas, que me he confundido de Pascua y que en vísperas de Navidad estoy esperando a que salgan las procesiones a la calle. Pero no. Hablo de baloncesto y de un día que trataré de borrar rápidamente de mi cabeza.

Dicen que las derrotas enseñan, que son un paso imprescindible del aprendizaje. Dicen, también, que los verdaderos ganadores son los que se levantan de los tropiezos como esa lava que lleva retenida siglos en el interior del volcán. Sin embargo, opino que este proceso no ha de salir de las entrañas, no ha de ser repentino e impulsivo, sino sereno y agostado. El levantarse de un duro golpe es una tarea ardua que requiere de tiempo y disciplina, de paciencia y confianza en el trabajo que se viene realizando.

Esta tarde de sábado, jugaban los dos equipos del C.B. Santa Marta en los que estoy implicado como primer y segundo entrenador. El equipo infantil, aunque formado básicamente por jugadores de primer año, recibió una lección de deseo y valentía por parte de un equipo del C.B. Tormes que demostró tener las cosas muy claras. Perdimos todas las batallas individuales y así, por mucho que diga De Gaulle, no hay manera de ganar la guerra. Nos quitaron rebotes bajo el aro, nos robaron balones en la primera línea y nos fustigaron con las continuas penetraciones al no ser capaces de contener al jugador con balón. Y cuando las cosas no salían en defensa la ansiedad nos pudo en el ataque y entre los jugadores que se escondían y aquellos otros que asumían demasiado juego, no hubo manera de hacer circular la pelota y de hacerla llegar a buenas posiciones de tiro.

Peor, por la trascendencia y por el desenlace, fue el partido de los cadetes. Bajo la tutela de un genial Nacho Iglesias del que no paro de aprender cada día, el equipo se encontraba en una espiral ascendente que nos había llevado a ganar en Zamora ante un rival muy bien trabajado tácticamente. Tras dar la cara en Cáceres ante un equipo de Campeonato de España, la tensión y la rivalidad existente con el otro club de la ciudad, nos llevó a jugar atenazados e inseguros. Tuvimos el partido controlado en ciertos momentos y no supimos rematarlo. No olimos la sangre y al final fuimos nosotros los que nos llevamos una hemorragia que esperamos que no nos cueste el acceso a los cruces. El C.B. Tormes “B” se mostró como un equipo duro en defensa y organizado en ataque. Algunos de sus jugadores asumieron y metieron los tiros importantes, mientras que nosotros no supimos aprovechar buenas opciones y no supimos anotar tiros libres que al final resultaron claves. El marcador final reflejó una derrota por un punto, un punto que bien pudo venir de una pérdida evitable, de un tiro libre que no entró o de un corte mal defendido. En definitiva, de errores individuales y grupales que se acaban pagando caro a la hora de hacer la cuenta final, esa que marca las diferencias, sutiles la mayor parte de las veces, entre los que ganan y los que pierden.

Y dos puntos fue la diferencia que reflejó el luminoso al terminar el partido que enfrentó al Bambú Legends con el equipo de Monterrubio integrado por numerosos jugadores con experiencia en EBA y Liga Nacional y que se jugó a un ritmo muy lento y pausado que explica, en gran parte, el 57-59 final. Menos mal que no se televisan nuestros partidos, porque ni un espectáculo del Circo del Sol (por no hablar de showgirls dado que no es éste un blog machista) en el descanso podría movilizar a los espectadores. A pesar de ello, hubo acciones de calidad por parte de Nico, buenas penetraciones del base de Monterrubio y buenas combinaciones entre pívots por parte del Bambú Legends. El partido se jugó en un tono amistoso y contó con la lección de arbitraje de un Roberto Merchán (bien acompañado por Igor) que sigue siendo uno de los mejores árbitros de la región. En lo personal, el hecho de llegar tarde al partido hizo que entrara muy frío en él. Además, una mala defensa posibilitó una canasta sencilla de mi atacante en los momentos decisivos. De cara al partido de vuelta ya sé por qué lado no puede volver a entrar.


Tres partidos tres derrotas. Aun así, nada comparable con el aneurisma en la arteria aorta que le ha sido descubierto al bueno de Jeff Green y que le mantendrá fuera de los Celtics toda la temporada. Esta lesión cardíaca, de la que tuve noticias al llegar a casa, nos hace rememorar a los célticos la fatal muerte de Reggie Lewis que agudizó la crisis deportiva de los años 90. La fortuna, y la ciencia, han conseguido evitar una nueva desgracia pues gracias a los detallados estudios, se ha determinado que pase por quirófano el próximo 9 de enero. Se mitiga el riesgo al tiempo que se desvanecen las opciones de los de Boston por hacer algo grande. Green estaba llamado a ser un candidato legítimo al premio de mejor sexto hombre y ahora sólo queda apelar a un plan de emergencia para cubrir su ausencia. Lo mejor de todo es que se salvó una vida.

Tres derrotas y un adiós a las aspiraciones de campeonato. Una tarde para olvidar no sin antes tomar nota. Un puñado de horas que me demostraron que el baloncesto sólo te da cuando le ofreces algo a cambio (trabajo, ilusión, conocimiento, deseo) y, algunas veces, ni siquiera eso. Seguiremos adelante intentando que se repita de nuevo esta imagen.


O esta otra. 


UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

7 comentarios:

Unknown dijo...

Ya echaba de menos tu frase final!!

Sin duda un día duro, y del que aprender mucho... Pero somos Legends, esto no ha acabado.

Lástima lo de Green. Una promesa. Espero que pueda volver a jugar pues es duda. Los Celtics tienen que fichar muy bien o están fuera. PAU por J'O y todos los reservas??? ;)

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Gran entrada Juanjo.

Habrá que levantarse, poco a poco como dices.

Dani Legend

Explorador dijo...

Vaya, siento los resultados adversos, pero nadie dijo que fuera ácil, y así se valoran mejor los triunfos, que estoy seguro de que llegarán pronto :)

Un abrazo, espero poder veros algún partido antes de volver al Hurling ese ;PP Hasta pronto :)

Juanpe Núñez dijo...

Creo que estas tres frases vendrían como anillo al dedo:
Los grandes son aquellos que se levantan ante las adversidades...
Lo que no te mata, te hace más fuerte...
Se aprende más de las derrotas que de las victorias...

Anónimo dijo...

Buena entrada!!
De las derrotas se aprende y es lo que hay que hacer, sacar conclusiones y mirar hacia adelante. Por lo que toca a los Legends creo que debemos seguir trabajando porque el partido de Monterrubio no se nos debería haber escapado, así que a entrenar más y más.

Arturo

Anónimo dijo...

"(...) el equipo de Monterrubio integrado por numerosos jugadores con experiencia en EBA y Liga Nacional (...)"
Sólo espero que Nico no os haya colado la trola de que jugó en el EBA de Zamora...porque del resto sí que no me salen las cuentas...

Ánimo Legens, y no entiendo lo "adios a las aspiraciones de campeonato."

JJ Nieto dijo...

Tenía entendido que tanto Carlos como Nico habían jugado en EBA en Zamora. Es posible que me la hayan colado entonces jeje. Muchas gracias. Me refería a los Celtics.

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