El camino del Breogan, el camino de Epi

 




Sirva esta entrada para darle las gracias al Club Baloncesto Tizona de Burgos y a las personas que me eligieron para su proyecto pues, aunque los resultados no fueron los esperados (asumo aquí mi parte de responsabilidad), me han permitido seguir formándome y acceder, no solo como espectador, a un conocimiento mayor de la liga LEB Oro, una competición entretenida y rica en detalles en la que participan muy buenos jugadores y entrenadores.

 

De no haber sido parte de un club de esta categoría, ayer hubiera visto el partido entre Coviran Granada y Leche Rio Breogan, hubiera asistido con curiosidad al desenlace de la competición y hubiera flipado, por supuesto, con la superioridad de los lucenses. Pero todo cobra más sentido tras haber jugado dos veces contra ellos, después de haber seguido la liga con el interés de quien trabaja en ella y debe estudiar y aprender de los rivales.

 

No se puede ser el mejor todo el tiempo

 

Esta es la primera y principal lección, pues ilustra el que debería ser el primer punto de toda planificación y, al mismo tiempo, predispone mentalmente a todos los miembros de la plantilla para no endiosarse en el triunfo ni fustigarse en la derrota, ya saben, el famoso adagio importado del inglés: Never too low, never too high. Las temporadas son muy largas, los rivales también juegan, los procesos llevan tiempo, el trabajo tarda en dar sus frutos y esto es algo que hay que comprender.

 

Esto en la gran escala, la de la temporada, en la que ha habido altibajos, pero resulta que, además, el Breogan también ha sabido gestionar los tiempos de los partidos, incluso los tiempos dentro de los tiempos. En partidos clave han sabido recuperarse de parciales muy malos y gestionar resultados favorables, han sabido apretar cuando tocaba y remontar marcadores que parecían definitivos. Esta fortaleza mental, insisto, que es la que suele acompañar a todos los grandes equipos, parte de la aceptación tranquila y pausada de lo que decíamos: no se puede ser el mejor todo el tiempo.

 

Físico y versatilidad…

 

De la plantilla de Breogan se pueden destacar varias cualidades. Sin duda, las estructuras anatómicas, los valores cineantropométricos y las condiciones físicas generales de sus jugadores estuvieron muy bien elegidas. Los Quintela pueden figurar, perfectamente, entre los mejores atletas de la liga por su explosividad y capacidad para repetir esfuerzos explosivos en espacios reducidos y de muy corta duración. Y qué decir de Soluade o Kacinas (en menor medida también Sollazzo), figuras hechas para jugar al baloncesto. Y ojo con Larsen, mucho más móvil de lo que aparenta, al igual que Aboubacar.

 

Sin embargo, serían otros los factores a destacar. En primer lugar la polivalencia de sus figuras clave. Sergi Quintela es un dos que, bien acompañado, puede hacer el 1, Adam Sollazzo un 2 alto o un 3 dinámico, Mindaugas Kacinas un 4 abierto o un 3 alto, Kevin Larsen un 4 polivalente o un 5 capaz de jugar en todas las posiciones del ataque, con todo lo que eso implica también en defensa. Esta versatilidad, unida a la profundidad de la plantilla, puede ser un valor en sí mismo, pero lo ha sido mucho más de la mano de un gran entrenador como Epi.

 

…Alternativas y profundidad

 

Breogan ha explorado múltiples fórmulas de quinteto y no lo ha hecho únicamente con intenciones decorativas, sino ajustando en cada caso el guion de juego a las características de los jugadores (propios y del rival) y al esquema de quinteto seleccionado. Breogan ha jugado con doble base, con cuatro pequeños, con tres grandes, con dos interiores puros… Y cada cambio ha tenido implicaciones en el ritmo de juego, en la táctica ofensiva asociada, en lo extendido o replegado de su balance y su presión, en las distintas formas de defensa del bloqueo directo, en la posiblidad de defensas alternativas, mutantes o zonales...

 

Foto obtenida en https://soundcloud.com/cbbreogan/diego-epifanio-rp-971977424



Todos los jugadores se han sentido útiles, lo que ha implicado, obligatoriamente, que todos hayan pasado por valles y picos en su trayectoria, algo que requiere de un extra de paciencia y de mucha pedagogía por parte del cuerpo técnico. Estoy seguro de que este hecho, esta profundidad y, por lo tanto, este reparto de minutos, han desembocado en  conflictos, en frustración y desencanto, pero, como todo en este año, gracias a la psicología de su técnico, estos sentimientos han sido pasajeros. Nuevamente, esta profundidad ha colaborado decisivamente con el umbral de exigencia, el mantenimiento del desempeño físico durante los cuarenta minutos de juego y las alternativas tácticas a las que antes he hecho mención.

 

Hard on the practices… Soft on the matches

 

Parafraseo con extrema libertad el siguiente lema sobre liderazgo que dice algo así como “Hard on the issue, soft on the person” (duro con el problema, suave con la persona) para definir el estilo de trabajo de Diego EpifanioEpi, un entrenador al que es muy fácil querer, pero no tan fácil, por lo que sea, admirar. Y es que la normalidad es aburrida, el trabajo callado no vende, el estilo de dirección y liderazgo tranquilo algo que es muy fácil de confundir con lo blando, lo insípido o lo falto de carácter.

 

Y lo que le sobra a Epi es carácter. Porque hay que tener carácter para liderar así a los equipos, con las manos en los bolsillos durante los partidos, seguro de haberlas tenido en el barro durante la semana, cerrando al más mínimo detalle el plan del encuentro, preparando a los jugadores física, técnico-tácticamente y mentalmente para la batalla. Probando todas las combinaciones, dotándolos de autonomía hasta el punto de, precisamente, llegar al partido y poder dejar las manos en los bolsillos, ahorrarse aspavientos, dialogar con unos y con otros, conectar con las almas de sus jugadores, ajustar una cosa, máximo dos, en el tiempo muerto y en el descanso o hacer un cambio que todos (menos el rival) ya saben lo que supone en términos estratégicos hasta conseguir, así, un nuevo ascenso.


En realidad, sí han sido los mejores todo el tiempo

 

Un ascenso que han logrado siendo los mejores todo el tiempo en términos de diseño de plantilla, planificación y trabajo, he mentido con el título, sin ser los mejores todo el tiempo (las circunstancias no lo permiten) para poder ser los mejores cuando había que serlo, en lo que ha representado toda una lección de entrenamiento y vida.

 

Muchas gracias, Breogan. Muchas gracias, Epi. Habéis hecho muy felices a vuestros seguidores. Nos habéis hecho mejores a todos con vuestro ejemplo.


UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

1 comentarios:

FRedd dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

Publicar un comentario