Dos años, un CLUB.







En la Santa Marta de ni tren ni tranvía, en este bebedero del río Tormes en el que las malas lenguas dicen, se bebe de todo menos agua, existe un club de baloncesto que sobrevive, oh milagro, a la omnipresente crisis económica estirando el valor del euro a base de sangre, sudor y lágrimas. Así lo acreditan mis presencias en la sede durante estos dos años en los que he defendido sus colores desde dentro. Allí, en unas oficinas separadas unos cuantos escalones, nunca los conté, del suelo, padres y madres consumen sus horas de ocio entre papeles, fotografías y ordenadores que hacen las veces de estufa durante el invierno. Se hacen llamar directivos por no presumir de lo que realmente son. Currantes.



Pronto, no sólo a través de estas impúdicas visitas que realizaba casi siempre para pedir, ya fuera información, ayuda o soldada, descubrí que detrás del armazón institucional y simbólico de la entidad se escondía una filosofía bifaz basada en el binomio baloncesto y niños. No por casualidad es el Club de Baloncesto Santa Marta el que menor cuota exige a los padres de los jugadores y jugadoras en toda la región. Porque practicar el baloncesto de manera competitiva no ha de ser un privilegio al alcance de unos pocos, ni siquiera una dolorosa punzada en los riñones de las economías domésticas.



Pero no se trata sólo de pagar poco, sino también de competir y pasear el nombre de la ciudad por toda Castilla y León. Y poco faltó este año para que las infantiles (las “infantilas”, como se hacían llamar) del club desfilaran de rojo y negro en el Campeonato de España de Lanzarote. Su tercer puesto en el campeonato regional, además de un logro histórico para el club, anuncia años de bonanza para la sección femenina. Y es que las chicas reivindican su lugar dentro de un mundo marcado por las emes del mercado y el machismo.



Más oscuros se ciernen los cielos para los chicos. A escasos metros del Pabellón Municipal se levanta el estadio de fútbol Alfonso San Casto donde juega sus partidos como local el Tercera División y, también, varios equipos de cantera que aspiran, cual agujero negro, a muchos de los mejores atletas de la localidad. Además, en la capital salmantina, el C.B. Tormes, equipo con plataforma en EBA, cuya dirección técnica reposa, además, en manos experimentadas, se presenta como una dura competencia que expide, por acción u omisión, jugosos pasaportes para que los chicos de Santa Marta cambien sus colores. De hecho, lo reconozco, nada me dolió más que ver cómo cuatro preinfantiles renunciaban a seguir creciendo en el club para apuntarse a un carro, el del ganador que, por cierto, y a modo anecdótico, descarriló.



No dejan de ser lecciones. Lecciones, procedentes muchas de ellas de los conocimientos y experiencias de grandes profesionales. En el primer año, sobre todo, de José Ignacio Iglesias Martín, Nacho para todos los niños y niñas que aprendieron a tirar gracias a él. Nacho, también para mí, afortunado discípulo que, recién llegado, recibió la grata noticia de saberse su ayudante. Lo supe a través de Isidro Álvarez, uno de los grandes responsables de la progresión del club en términos técnico-tácticos, un entrenador empeñado en hacer de cualquier entrenamiento y partido un homenaje al baloncesto más puro. Su salida, en busca de nuevas perspectivas y retos, parecía dejar un vacío difícil de cubrir.



Pero no fue así. No porque Pedro S. Torrecilla se puso al frente y asumió el relevo. Su presencia se multiplicó de tal manera que siempre sabías que podías contar con él para lo que fuera necesario. De él me llevaré para siempre la meticulosidad con que analiza cada detalle, el modo en el que aprovecha los ejercicios para trasladarle a los jugadores su manera de entender el juego. Pero si un mérito es atribuible a su labor, ése es el de hacer del elenco de entrenadores una pequeña familia. Pablo, Jorge, Eva, Luismi, Tomás, Fran, también los que llegáis ahora Manu y Víctor, sabedlo bien, quedáis al frente de una gran responsabilidad. Seguid disfrutando del entrenamiento, enseñando y aprendiendo de los chicos y honrando en cada planificación, preparación de entrenamiento o partido, el orgullo que supone formar parte de este club.



Hablando de nombres no me gustaría olvidarme de mencionar el de Manuel Santos, verdadero valedor de este proyecto. Con su ejemplo pone en duda la veracidad de aquellos versos del cantante que dicen “las obras quedan, las gentes se van”. Pasarán los años, crecerán sus hijos, cambiarán los tiempos y, sin embargo, el baloncesto en Santa Marta seguirá llevando su sello personal. Ojalá no le abandonen nunca las fuerzas porque sin él los cimientos de estos muros podrían resquebrajarse en cualquier momento.



Me llevo infinitos aprendizajes, las alforjas llenas de viajes, sonrisas infantiles y experiencias inolvidables y, aunque nuestros caminos se separan, no me importará seguir siendo el cronista de los logros improbables (no por falta de talento, sino por las trabas que debe superar) de un club inverosímil que sobrevive gracias al esfuerzo diario y lleno de fe de quienes apuestan por ese binomio que es su filosofía, por la felicidad de los chicos practicando el baloncesto. 

Ahora unas cuantas imágenes...

Primer campus organizado por el club en el que participé. Junio de 2011.



Último partido del grupo infantil masculino. Temporada 2011-2012



Después del último partido del grupo cadete. Temporada 2011-2012


Padres, madres y entrenadores frente al Ayuntamiento de Santa Marta reclamando justicia (¿Enamorado del deporte equivocado?)



Carrera solidaria en enero de 2013. Me faltó muy poco para subir al podio. 


Junior 2012-2013. Casi no llego a la foto (y falta Jesús, el Duque de Béjar)



... y un vídeo en cuya elaboración tuve el placer de participar junto al gran ideólogo y productor Pedro S. Torrecilla.



UN ABRAZO Y MUCHAS GRACIAS AL CLUB BALONCESTO SANTA MARTA POR ESTOS DOS AÑOS DE BALONCESTO.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Es de bien nacidos, ser agradecidos. Una pena que te vayas amigo. Ya haremos, con suerte, el superior juntos. Nos vemos.

jeanette dijo...

Por que te vas?

Consuelo dijo...

También gracias a ti, por estos dos años en los que de muchas formas has estado ahí con nuestros hijos luchando por un deporte, enseñándoles y educándoles. Seguiremos viéndonos.

Nines, la de Revi y Minirevi dijo...

Cuando alguien sabe expresar tan claramente sus vivencias y sentimientos,como tú lo has hecho, me emociono.
Y la emoción está mientras estáis, pero...nos movemos en la inmediatez (o quizás sea la estupidez)de ya habrá tiempo de reconocer, agradecer, discutir, intercambiar... mil verbos o acciones que nunca hacemos!!!
Y ahora llega el momento, tarde porque continuáis vuestra vida, pero momento al fin y al cabo.
Juanjo: Gracias por tu tiempo, tu gentileza, tu calma, tu humildad y tu hacer con tod@s los que pasamos por Santa Marta, pero en especial con mi familia. Ha sido un gustazo tenerte en suerte.
Y suerte te deseo para lo que te continúa.

JJ Nieto dijo...

Muchas gracias por los comentarios.

Muchas gracias, sobre todo, a Consuelo y a Nines por estos dos años de convivencia en los que si no se dijo todo lo que se pensaba es porque no hacía falta. Sois el mejor ejemplo de las madres, y padres, que, ejerciendo al más mínimo detalle su deber, saben confiar en quienes procuramos llenar no sólo seis o siete horas semanales de la vida del niño, sino sobre todo un lugar importante en su educación vital.

celeste dijo...

Muchas gracias Juanjo, por haber compartido con nosotros,estos dos años.

JJ Nieto dijo...

Gracias a ti también Celeste.

Publicar un comentario