Esos locos bajitos




Ayer, día 1 de julio, quedaba clausurado el V Campus de baloncesto "María Santos" auspiciado por el Club de Baloncesto de Santa Marta con el que he empezado a colaborar. Después de diez días de arduo mas gratificante trabajo todos los monitores y representantes del club podemos darnos por más que satisfechos por el ambiente reinante y, también, por el comportamiento de los chicos.

Mi experiencia personal fue inmejorable. El ocuparme de los chavales de categoría alevín supuso un gran reto para mí pues nunca había trabajado con chicos y chicas tan jóvenes.

Para algunos el tamaño del balón se asemeja al de un planeta y aun así lo doman como mejor pueden y saben. Disfrutan haciéndole ir de un lugar a otro mientras juegan y ríen con sus compañeros. No entienden, quizá, lo que significa el baloncesto para muchos de nosotros, pero demuestran con cada sonrisa lo que simboliza para ellos. Diversión y amigos.

Algunos me sorprendieron por su manejo de la izquierda. Otros, por el control de su cuerpo. Algunos, fieros competidores; Otros, fieles compañeros. Todos especiales y diferentes.

En un momento, el de principio de la segunda década del siglo XXI, en el que se discute sobre una crisis financiera, sobre la burbuja inmobiliaria o sobre las cada vez más presuntas e inocentes fechorías de Strauss-Kahn me sobraron diez días para darme cuenta de que el verdadero mundo no es el de los constructores o jeques, el del ladrillo o los petrodólares o el que nos muestran los medios de comunicación. No, la más pura realidad se encuentra reflejada en los cristalinos ojos de esos locos bajitos capaces de convertir un grano de arena en una enorme duna de felicidad.

Serrat compuso su canción pensando en los hijos recién nacidos, lo sé. Pero aun así, aunque los chicos del campus no sean mis hijos y aunque algunos midan casi tanto como yo, me atrevo a citar los grandes versos del cantautor con una ligera modificación para dejar un consejo aplicable tanto a infantes como adultos. "Niño, nunca dejes de joder con la pelota".

UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

3 comentarios:

Tòfol Ferriol dijo...

Juanjo!!!
Verdad que un campus de baloncesto termina por ser una de las mejores esperiencias como entrenador y persona que puedas llegar a tener? yo llevo 6 a mis espaldas, y la verdad, es que nunca me cansaria de ir como monitor a algún campus. Ya compartimos otra experiencia más. Juventud, divino tesoro, yo diria más bien, Inocencia, divino tesoro, jeje. Bueno, a ver si te animas i te vienes unos dias a verme.
un abrazo.

Anónimo dijo...

Me alegra saber que lo has disfrutado. Seguro que para ellos ha sido también toda una experiencia, estas cosas se viven con mucha intensidad. La convivencia, las relaciones, los valores,...

Explorador dijo...

Pues enhorabuena por disfrutarlo tanto y tan bien, estas cosas hacen la vida ;) Espero que tengas razón, y que esas miradas no se contaminen nunca... o puedan volver a brillar de vez en cuando, viendo algún balón de basket, por ejemplo.

Un saludo, que vaya bien julio, a ver si nos vemos algún rato :)

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