Va por ti Seve



Lo siento, pero hoy me importa un carajo el ridículo que hizo ayer el Madrid en la Final Four. Lo siento si pensáis que la noticia de hoy es que los Lakers están más cerca que nunca de caer eliminados. Lo siento si hoy ni siquiera me preocupa lo que puedan hacer mis Celtics ante Miami. Lo siento, pero hoy nos deja uno de esos deportistas cuyo halo se propaga mucho más allá del deporte en sí. Hoy toca hablar de Seve. Y os juro que no hubiera querido hacerlo.

Pocos le pudimos seguir en directo o si llegamos a verle ya no era ni una sombra de lo que un día fue. Su espalda maltrecha hizo que su carrera fuera demasiado corta. Fugaz pero intensa y es que tuvo tiempo para dejar la marca de mayor número de triunfos en el Circuito Europeo de Golf, para ganar cinco majors, para cautivar con su sonrisa y con sus aires de la España cantábrica a millones de seguidores por todo el mundo.

Y fuimos injustos con él. Hablo de los españoles. Mientras los ingleses llamaban Sevy (apodo que recibía en el Reino Unido) a sus hijos e incluso a sus mascotas, Televisión Española decidió emitir una carrera de caballos mientras Ballesteros conquistaba su segundo Open Británico en la cuna del golf, en el mejor escenario para hacerlo, en el edén de todo golfista. En Saint Andrews.

Sin embargo, con el tiempo nos dimos cuenta de lo difícil de su empresa, de la hazaña que suponía que el hijo del cuidador del campo de Pedreña conquistara terrenos vedados para los españoles, e incluso para todos los europeos como Augusta. Convirtió la Ryder Cup, el encuentro bianual entre norteamericanos e ingleses en el que casi siempre ganaban los primeros y de paliza, en uno de los cinco eventos deportivos más importantes sólo por detrás de los Juegos Olímpicos y de los Mundiales de Fútbol en lo que a repercusión se refiere tras incorporar a los jugadores del resto de Europa a la competición.

Empezó jugando con un solo palo, un hierro 3, y con él aprendió a dar todos los golpes. Se le recordará siempre por un golpe increíble desde el aparcamiento que prácticamente le aseguraba su primer Open Británico en Royal Lytham y rivalizó con Nick Faldo por el título de mejor jugador europeo de todos los tiempos. Seguro que Sir Nick aceptaría con gratitud que ese aval le correspondiera a nuestro Seve. Porque fue Ballesteros quien rompió las barreras, fue quien hizo del golf un deporte cada vez más popular y menos elitista, fue quien nos enseñó que no había golpes imposibles.

Hoy la vida le ha demostrado que la muerte sí es irreversible. Que no se la puede evitar ni con un draw ni con un fade (diferentes efectos que se le dan a la bola). Esta vez el hoyo que es la vida te ha hecho una corbata amigo Seve, pero nosotros siempre te recordaremos embocando la bola en aquel hoyo 18 del Viejo Campo de Saint Andrews, que televisión española nos privó de ver. 



Fuiste grande Seve. Y lo sigues siendo. Muchos birdies allí donde estés. 


VA POR TI SEVE.

2 comentarios:

Explorador dijo...

DEP No sigo ese deporte, pero me interesa la historia que cuentas, un hombres que con puro talento y trabajo se hizo un nombre memorable en todos los sitios...menos en su país.Y su lucha contra una enfermedad terrible fue conmovedora. Hermoso homenaje, muy emotivo.

Un saludo.

ivan Mcgrady dijo...

Excelente juanjo ,este hombre no se le ha hecho justicia para lo grande k fue ,un pionero como santana ,bahamontes ,nieto entre otros, k dieron a conocer el nombre de españa al resto del mundo.

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