Un año no tan maravilloso





Viernes 16 de octubre de 2009. Un digno final para un personaje único. Nunca sabremos qué pasó exactamente, por qué Andrés nos dijo adiós sin despedirse de la manera en que él solía hacerlo. Como cuando dejó Digital + o como cuando finalizó el Europeo de Polonia, tal vez su verdadera despedida. Quizá nos estaba diciendo adiós con sutileza. Qué torpeza no caer en la cuenta.

Unas veces arriba y otras abajo para de nuevo levantarse. Así de movida fue la carrera profesional del locutor de baloncesto con el que más he disfrutado. Y como yo cientos, qué digo cientos, cientos de miles de aficionados.

Estoy seguro de que tus fans, Andrés, no olvidaremos nunca tus motes, tus conversaciones sobre gastronomía, sobre cine, sobre música, sobre la vida misma que tanto te dio y te quitó y que tan intensamente viviste. Estoy seguro de que nunca olvidaremos dónde y cómo conocimos la noticia que nunca quisimos escuchar y que tantas lágrimas nos hizo derramar.

Fuiste uno más en nuestras casas cada madrugada, un compañero inseparable sin barra ni whisky de por medio, pero qué juergas las nuestras. Cuanto baloncesto compartido, cuántos bodrios y también cuántos momentos históricos nos relataste cual showman agazapado detrás de la mesa donde situabas tus apuntes sobre retransmisiones y aquel libro gordo de petete. Y la calabaza.

Y sabías más de baloncesto de lo que la gente cree. Vaticinabas enseguida quién podría llegar a ser una estrella. Veías en pequeños gestos una genialidad y no ahorrabas saliva para gritar aquello de “jugón, jugón, jugón” cuando una jugada te hacía levantar del asiento.

“Uno, dos, tres, I love this game” nos hacías decir susurrando a horas intempestivas cuando el sol quería abrirse paso ya entre la cerrada noche. Y esa frase no era vacía porque tú y yo amamos este deporte como tal vez nunca amamos o amaremos a una mujer.

Tú, que siempre dijiste ser miembro destacado del Calabazas Club, nos dejaste plantados con tu despedida de las noches de NBA y hoy hace un año, nos dejaste huérfanos de tu voz, de tu cultura y de tu sentido del humor. Siempre entendiste la vida como una obra de teatro. Lástima que de género equivocado. Siempre supiste que la vida era una sucesión de tragedias, pero cuando te ponías la pajarita nos hacías creer que se trataba de una simple y distendida comedia.

Gracias por introducir en nuestras noches a Bonilla (un churrero y de ahí que cuando un tiro entraba de casualidad gritara su nombre), a los Gepetto Brother´s (especialistas en fallar tiros libres) a los chicos de Al Salir de Clase (los Clippers de principios de siglo XXI) y a tantos otros. Gracias por ser como fuiste y por dejarnos un legado tan generoso.

Aunque todo homenaje a tu figura se queda corto y, sobre todo, poco puede hacer para devolverte a la Tierra, no podía dejar de hacerlo. Lo escribo cuando hace un año de tu muerte, un día muy triste. Sin embargo, sólo puedo recordarte con una sonrisa en mi boca.

Andrés, donde quiera que estés, GRACIAS y espero que tardes mucho en decirme aquello de "bienvenidos al club" que yo, por ahora, prefiero seguir buscando en este proceloso mundo el sentido de la frase “porque la vida puede ser maravillosa”.

UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

4 comentarios:

Anónimo dijo...

AMÉN!

Javi

Explorador dijo...

Muy bueno. Yo reparto mis recuerdos entre Trecet y Montes, y le agradezco infinitamente sus esfuerzos por hacer que una retransmisión fuera un lugar agradable y con buen humor. El deporte hay que disfrutarlo.

Por cierto, ayer estuve escuchando esto, estuvo muy bien, quizá te guste ;)

http://www.ondacero.es/OndaCero/play/G_11489462_11736125/2038671

la canción que sono el día de su retirada se llama "Small town", de ohn Mellencamp. Y nada, un saludo para ti y un recuerdo más para Andrés. Hasta pronto.

Tòfol Ferriol dijo...

como dice la cación, "que las palabras se quedan cortas, para decir todo lo que siento....." Gran post, si señor, y por alguien que realemnte amaba el baloncesto tal como nostros. Si hay dos voces que jamas se me iran de la mente cuando de baloncesto se trate, son la de Pedro Barthe, i sobretodo, la del Gran Andrés. y para termina, con un melodia, "whats a wonderful world".
Sea donde sea, espero que estés sonriendo Jugón.
Un abrazo para todos.

Anónimo dijo...

+1

Gustavo.

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