Contrastes





No se trata de un chiste, lo advierto, pero tomaos unos segundos y tratad de responder a la siguiente pregunta ¿en qué se parecen un español y un serbio?

Tampoco hablo de política, aunque pueda parecerlo. Que mucho intelectual de la vida quiera comparar Kosovo con el País Vasco y Serbia con España sólo es una muestra más de miopía geopolítica u oportunismo en el mejor (o peor) de los casos. Pero repito, esto no es política, es mucho más serio. Es baloncesto.

Mañana en el frío pabellón de Estambul (causa, apuntan, de las anginas de Marc Gasol) se enfrentan dos selecciones de baloncesto, dos generaciones y dos formas de entender la vida.

Los serbios, eslavos, son duros. Desde pequeños han de soportar una férrea disciplina, lógica reminiscencia del viejo orden comunista, y un clima rudo, muy rudo. Algunos aprendieron a botar antes que a caminar y pocos sonríen si lo que está en juego es el honor de su país.

Los españoles, latinos, nos iniciamos en el deporte como forma de distracción y de práctica social. Sólo cuando algunos, los mejores, ven cerca la posibilidad de vivir de él ponen todo su esfuerzo para conseguirlo. España es sol, es entretenimiento. Nuestro juego requiere dinamismo, alegría, que la ponga Ricky para que Rudy la machaque o que Navarro lance una bomba. Se trata de defender para poder correr y de correr para ser felices.

Para atacar en transición será necesario dominar el rebote. No será sencillo. Krstic ejerce de algo más que un pívot en el combinado serbio. Olvidado el penoso incidente contra los griegos, el center de los Thunder es una especie de referente para sus compañeros. La base del equipo nació entre el 86 y el 89 y, aunque llevan a sus espaldas numerosos campeonatos de formación necesitan que alguien les aporte experiencia y saber hacer en los momentos en que surjan las dudas.

Ese alguien lo tienen en el banquillo. Dusan Ivkovic ya cosechaba éxitos internacionales antes de que nacieran sus jugadores. Fue el capataz de las grandes selecciones yugoslavas de los 80 y los 90. Sí, las de los Petrovic, Kukoc, Divac y compañía. Su conocimiento del juego será decisivo en los momentos clave del partido.

Nuestra selección, por su parte, sigue dominada por aquella remesa de jugadores que nos emocionó en el Mundial Junior de Lisboa, en el Europeo de Turquía 2001, en el Europeo de Suecia de 2003, en el Mundial de Japón, en el Europeo de España 2007 a pesar del triste final, en los Juegos Olímpicos de Pekín y en el Europeo de Polonia del año pasado. Pasan los años y Navarro, Reyes, Raúl y los añorados Pau y Calderón siguen siendo los ejes sobre los que se asienta nuestro éxito. Con selectivas incorporaciones de jugadores jóvenes de indudable caché hemos conformado una de esas selecciones que se recordará durante décadas.

El historial habla por sí solo y aun siendo cierto que cada partido es un cuento diferente y que del pasado no se puede vivir España es favorita. En el juego de contrastes me atrevo a afirmar que nuestra propuesta de defensa agresiva, ataques rápidos y pase extra prevalecerá frente a las posesiones de 24 segundos, la dureza mental y física, y el base “botón” (Teodosic) que caracterizan el juego de nuestro oponente.

Eso sí, cuando esta tarde el balón esté en el aire, nada diferenciará el corazón de un serbio del de un español. Ambos latirán de forma acelerada, ambos se encojerán ante un triple del rival y ambos desearán durante 40 minutos poder cantar victoria para reposar y coger fuerzas de cara a las semifinales.

UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

3 comentarios:

Fer dijo...

Va a ser un partido complicadisimo,pero en caso de llegar con un final apretado (Algo bastante probable)creo que tenemos una ligera ventaja,ya que por mucho que sean Serbios, son inexpertos...(El partido con Croacia fue prueba de ello).
Puede que hoy no nos haga falta un Marc al 100% pero desde luego contra Turquía lo necesitaremos y mucho. En fin, que hable el baloncesto

Tòfol Ferriol dijo...

Si, seguramente sea un partido complicado, pero con que sea igual de intenso y bonito como se dice que fuel del Argentina-Brasil de ayer, ya me conformo.
Dos buenas generaciones de jugadores de baloncesto, unos en pleno auge, y los otros que empiezan a decir que van de capa caida (yo aun lo dudo), así que, ojalà nos brinden un buen espectaculo.
bueno, como habeis dicho varias veces por aquí, que hable el baloncesto.
un abrazo.

Anónimo dijo...

Mira que te aprecio Juanjo, pero no has dado una en el análisis. Al menos hasta el descanso que es cuando te escribo esto. Al jogo bonito nos están destrozando. O agachamos el culo y jugamos ataques largos o nos vamos para casa. Abrazos,

NCAA fan

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