Un día para el recuerdo


Entiendo que muchas personas recuerden como el día más importante de su vida el de su boda, el de su graduación o aquel en el que consiguieron finalmente dejar el tabaco. Sin embargo, si me refiero a verdaderos aficionados de baloncesto con más de 14 años y el Canal Satélite instalado en sus casas, sólo acepto como respuesta a la pregunta “¿Cuál es el día más importante de tu vida?” el 14 de junio de 1998.

Puede parecer una exageración (de hecho lo es), pero aquel día el baloncesto comprendió que Dios no hubo ni habrá más que uno sobre una cancha de 29x15 metros y dos canastas.

Situaos en la final de 1998, sexto partido entre Utah Jazz y Chicago Bulls con ventaja en la serie de 3 a 2 para los de Illinnois. Pippen, con problemas de espalda, lleva unos míseros 8 puntos. Steve Kerr está siendo destrozado en defensa. Kukoc es el único que, junto a nuestro protagonista alcanza el doble dígito en anotación. Los Jazz, gracias a un triple de John Stockton se sitúan 86-83 en el marcador, lo que parece conducir a un séptimo partido en aquel Pabellón al que Montes definía como una prisión de cinco estrellas por los “robos” arbitrales allí perpetrados.

Restan 41,8 segundos y “The Royal Airness” toma el mando de la situación. Podía (y debería haber sido) ser su último partido y no quería dejar pasar la oportunidad de asegurar su sexto anillo sin tener que llegar a la especie de ruleta rusa en que se convierte cualquier séptimo partido.

Tras salir de un bloqueo ciego de Pippen y pese a que el defensor del sacador finta un 2x1, Michael recibe el balón en las proximidades de la divisoria. Con un cambio de ritmo y sin necesidad de ninguna finta consigue romper la cintura de Bryon Russell para dejar una complicada bandeja ante la intimidación de Antoine Carr.

85-86 abajo para Chicago. 37,1 segundos y posesión para Utah. John Stockton sube el balón con parsimonia y tras un bloqueo ciego de Hornacek, Karl Malone recibe en el poste bajo sin la oposición que cabría esperar en una situación de vida o muerte (Jordan podía haber evitado que recibiera tan fácil con un body check. Tal vez todo formaba parte del plan). Entonces, Jeff Hornacek (uno de los mejores tiradores de la liga) hace un corte de aclarado para que Malone pudiera jugar 1x1 en una acción en la que lo más probable, dada su calidad, era que anotara o recibiera una falta.

Fue entonces cuando Jordan hizo una genialidad. Ningún defensor que tenga asignada la marca de Jeff Hornacek (campeón del concurso de triples en 1998 y 2000) y esté en su sano juicio le dejaría libre. Malone así lo creyó y no alzó la vista para leer la situación de todos los jugadores (algo que cualquier buen jugador debe hacer al recibir en el poste bajo) seguro, como estaba, de que la ayuda sólo podría venir de Steve Kerr, defensor de John Stockton, al que tenía de frente. Lo que nunca pensó el bueno del Cartero (apodo de Karl Malone) fue que Jordan arriesgaría un posible “skip pass” a Jeff Hornacek para ir a robarle el balón por su espalda lo que consiguió gracias a un manotazo limpio. “¡La ha robado Jordan!” grita en cuatro ocasiones el añorado Andrés Montes.

La situación era la siguiente. 20,2 segundos en el reloj, un punto abajo y la posibilidad de pedir un tiempo muerto para preparar la jugada ofensiva. Jordan describió de esta manera la jugada al finalizar el partido: “Cuando miré el reloj quedaban 18,5 segundos y pensé que no podíamos pedir un tiempo muerto pues les ayudaríamos a ajustar su defensa. Era una situación de todo o nada. Dejé pasar algo de tiempo hasta que todas las piezas estuvieron donde quería”.

¿A qué se refería Michael con esta afirmación? Probablemente, de haber pedido un tiempo muerto, Jerry Sloan (entrenador de los Jazz) hubiera diseñado una defensa para que se la jugara cualquiera menos Jordan. En lo referente a las piezas, Jordan consiguió una situación de 1x1 en lo alto de la bombilla sin ninguna situación clara de ayuda. Steve Kerr (excelso tirador) se situó en la esquina derecha evitando que las peligrosas manos de John Stockton pudieran interferir en el camino de Michael. Si un hombre alto se lanzara al 2x1 Jordan, por su mayor velocidad, sacaría fácilmente dos tiros libres. Además, me gustaría que os fijarais en el hecho de que ,como consecuencia del robo, Karl Malone llega tarde a la defensa y se empareja con Scottie Pippen (línea de tres a la derecha de Jordan) y aunque se siente tentado a acudir a la ayuda tiene miedo de que Pippen pudiera anotar el triple de la victoria. Si Pippen hubiera estado marcado por un alero más acostumbrado a defender el perímetro (Hornacek), éste hubiera saltado al 2x1 y Jordan se hubiera visto obligado a soltar el balón o a tirar por encima de dos defensores.

Pero las grandes historias se nutren sólo de lo que sucedió, no de lo que pudo o debió suceder. Michael dejó en el suelo a Bryon Russell al detener en seco un aparente intento de penetración (premeditado u obligado por lo cerrada que estaba la defensa de los Jazz) apoyándose en un ligero empujón que con el tiempo todos, menos los aficionados de Utah, recordaremos como una mera anécdota de la misma forma que se olvidará el triple que falló Stockton para ganar el partido.

En la retina sólo permanecerán esos 41,8 segundos, los más extraordinarios que han podido seguirse en directo desde España. Yo estaba descansando con mis tiernos 10 años. Si tú estabas despierto comparte con todos nosotros cómo viviste aquel momento. No seas egoísta.

Y es que tenéis que creerme, aquel 14 de junio no fue un día cualquiera. 



UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

8 comentarios:

Anónimo dijo...

De hecho Karl Malone comete otro error de principiante al no mover el balón en un gesto de protección. Todos sabemos que en el poste bajo no se puede tener el balón en una única posición porque no lo vuelves a ver hasta la próxima jugada. Buen análisis.

NCAA fan

Iceman14 dijo...

He leído el primer párrafo y ya se de que me hablabas.
Esto no es ni mas ni menos que el éxtasis de un deporte llamado baloncesto.
Y voy a explicar por que digo esto:
1- Porque son las dos jugadas que todo el mundo recuerda con los ojos cerrados (o debería)
2- Porque de todos los momento magníficos, heroicidades, canastas y jugadas imposibles de la historia del baloncesto en ninguna, y repito en ninguna se pudo evitar la polémica, la sospecha esa falta que no se pito, o esos pasos que el arbitro no vio.

Sin embargo el dia que Dios bajo a una cancha de parqué la razón divina supero la ley terrenal. Hoy en dia nadie se atreve a menospreciar esta jugada, sin embargo Dios metió una canasta LA CANASTA!!! y Jordan hizo falta.

Tòfol Ferriol dijo...

Jajajaja. Que buena entrada.
Yo recuerdo haver visto ese partido, unas cuantas veces, ya que mi padre, me la grabó por hacer la gracia de tener un partido grabado para que yo lo viese, y al final mis amigos, no hacian nada mas que pedirme la cinta, seguramente, alguno de ellos, todavia la debe conservar, cosa que nunca me han confesado. En esos tiempos, el basquet para mi se reducia a los partidos que no me dejaban ver porque eran de madrugada, y si tenia suerte, alguno que me grababan. Sólo conocia la NBA (muy poco, aunque más que ahora) y tal vez eso me enganchó al baloncesto, aunque ahora, tenga preferencias diferente. Creo, que si algo recordare, son esos partidos de la final NBA, uno de los cuales, Jordan jugó con 39 de fiebre (creo que el anterior a este)i que entre todos, deberiamos hacer recordar a las generaciones que nos siguen, que el baloncesto, perdura en nuestra memoria.

JJ Nieto dijo...

El famoso partido que Jordan disputa con fiebre es el quinto, pero del año anterior. Metió 38 puntos y no paró de secarse con la toalla. Tenía los ojos hundidos y al final Pippen le abrazaba al tiempo que le sujetaba para que no se fuera al suelo. Los Bulls ganaron 90-88 en Utah y luego sentenciaron en el sexto en Chicago.

Gracias por vuestros comentarios. Han estado muy currados.

Anónimo dijo...

Yo por supuesto lo vi en directo como cada final de mi vida desde que tengo uso de razón, y debo decir que aún no he visto nada igual que esta secuencia y las otras finales de MJ. Simplemente el mejor.
Mi madre estaba viendola conmigo y saltó para aplaudir de la emoción. Una lástima que depués de aquel partido la directiva decidiera echar a Jackson, Pippen y Rodman. Obligando a Jordan a retirarse antes de lo debido.
Javi

Anónimo dijo...

que emocionante ver jugar a Jordan, siempre ha sido mi jugador preferido por su lucha y garra, la narración de lo ocurrido ese 14 de Junio de 1998, me ha llevado a la memoria lo que presencié en directo y con la narracción por Andrés Montes.fernie.

Manticore dijo...

Ufff... desde los JJOO de Los Angeles 1984 soy aficionado a este deporte (antes de mi declive físico un verdadero y sano vicio). He seguido todas las finales NBA desde las míticas Pistons-Lakers de finales de la década de los 80.
Digo ésto porque el mejor, el más elegante, el más asesino (en el sentido balncestístico de la palabra) y, sobre todo, el más desequilibrante ha sido nuestro ídolo MJ23.
Y respecto a esta jugada, ¿qué más puedo añadir?. Ya estaba preparando el cuerpo para un séptimo partido cuando este "chico" de Brooklyn nos dejó uno de los minutos más importantes e impactantes de la historia de la NBA.
En fin, viviremos de recuerdos.
Un saludo a todos.

JJ Nieto dijo...

Muchas gracias Manticore por compartir tus recuerdos. Espero que el blog te interese y pases a formar parte de los asiduos aportando tu experiencia y tu pasión por este juego.

Un abrazo.

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